Nueva York, 6 sep (EFE).- Una juez federal de Estados Unidos prohibió al gigante tecnológico Apple firmar acuerdos con cinco editoriales, después de que fuera declaraba culpable de conspirar para subir los precios de los libros electrónicos.
En un documento que muestran hoy en los registros del sistema judicial estadounidense, la juez de Nueva York Denise Cote prohíbe a Apple establecer acuerdos con las editoriales Hachette, Harper Collins, Simon & Schuster, Penguin y Macmillan durante un periodo que va de dos a cuatro años.
La magistrada falló el pasado 10 de julio que Apple conspiró con varias editoriales para subir los precios de los libros electrónicos e intentar así eliminar a la competencia, con lo que violó las leyes antimonopolio.
Cote prohibió también a Apple comunicar “directa o indirectamente” a ninguna de las cinco editoriales afectadas el estado de sus negociaciones con otras editoras de libros electrónicos o sus planes de negocio para ese mercado.
La juez ordenó que Apple designe “en el pazo de treinta días” a un supervisor independiente que informe sobre sus esfuerzos para cumplir las leyes antimonopolio, que tiene una vigencia de cinco años ampliable a otro más.
A menos de una hora para el cierre de la jornada bursátil, las acciones de Apple avanzaban el 0,25 % y se cambiaban a 496,42 dólares en el mercado Nasdaq, donde han perdido una cuarta parte de su valor en los últimos doce meses.
El Departamento de Justicia de EEUU acusó el año pasado a Apple y a varias editoriales de provocar con su conspiración que los consumidores pagasen “decenas de millones de dólares más” por sus libros electrónicos.
Las editoriales empezaron a decidir el precio de los libros electrónicos y se confabularon para subir el importe, con lo que impidieron que Amazon pudiera seguir vendiendo sus “gangas” a 9,99 dólares.
La tienda por Internet puso en marcha esa táctica en 2007 para atraer consumidores a su lector Kindle y, gracias a ella, se convirtió en líder indiscutible del mercado, pero las editoriales temieron que provocase también una caída en los precios de las obras impresas.
Según la querella, ante la salida al mercado del iPad en 2010 y su tienda de libros electrónicos iBookstore, las editoriales “se unieron con Apple, que compartía el mismo objetivo de limitar la competencia en la comercialización de libros electrónicos”.
El pacto surtió el efecto deseado, ya que los éxitos de ventas pasaron de venderse en su edición digital desde 9,99 dólares a entre 12,99 y 16,99 dólares, lo que provocó que la cuota de mercado de Amazon bajase notablemente, según la demanda.
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